María Constanza es mi hermana mayor, y me emociona que preciso hoy esté en este espacio, no solo porque es una madre maravillosa (además de madre-hija y madre-hermana), sino porque casi toda su vida ha ayudado a otra madres a traer a sus hijos al mundo, de hecho estuvo para el nacimiento del mío, y sin ella no hubiera sido ni la mitad de la madre que fui cuando Emi estaba cachorro. Ella me enseñó a descubrir ese instinto de madre-hembra tan hermoso que tenemos las mujeres cuando damos a luz.
Gracias hermana, sé que no te sientes cómoda con esto de los blog y la internet, pero creo que mereces conocerte muchas mujeres.