Dos años «sin trabajo» y no me he muerto de hambre

Sé que este título suena un poco sobre dimensionado, pero da la casualidad, o bueno, varias causalidades para que lo haya escogido, y voy a comenzar por partes para poder hilar esta idea:

Ayer en la noche pensé en retomar la escritura a partir de mi blog como lo hacía antes, por allá en el 2018 o algo así, pensando que aquí también hay una voz (mía) y un lector (tú) que ‘tal vez’ se interese por lo que yo quiera decir. Y digo ‘tal vez’ con unas comillas, esperando que sea así. Ojalá lo sea.

Escribir como otro ejercicio de escritura creativa que quiero practicar, porque entre más escriba, más tengo qué decir, o al menos esa es mi ilusión, así no tenga diez mil visualizaciones.

Escribir en digital, más allá de mi diario íntimo, también es una manera de dejar constancia -más abierta- de mi paso por este planeta en esta vida que me ha tocado en este momento, vida de la cual estoy supremamente agradecida; pero no me quiero ir por las ramas. Volvamos a la idea: anoche pensé en escribir en el blog.

Trabajando en el corregimiento de La Florida, Risaralda

Y esta mañana me pasaron dos eventos más: tuve una sesión de masaje terapéutico con una mujer extraordinadia, Ma. Consuelo, que espero esté leyendo esta entrada ♡ y que en algún momento me dijo: «es que antes me llegaban tus escritos y ya no…», y pensé, una de dos: o se le van a spam… o no escribo. Creo que es más la segunda y debo ser consciente -y responsable- de/por ello. Así que me dio aún más ánimo.

Por último, y para llegar al título que escogí para esta entrada, al medio día hablé con un amigo al que quiero mucho y con el que no hablaba hace como dos años, desde que renuncié de mi último trabajo «estable» y me preguntó: «¿Y de qué vives?» Me hizo gracia porque es una pregunta recurrente: ¿de qué vives?, ¿en qué trabajas?, ¿qué haces?, ¿cómo te mantienes?. Yo le respondí -entre broma y genuina verdad-: «No lo sé exactamente, pero nunca me ha faltado nada». Y nos reímos. Me dijo: «tu sentido del humor es el mismo» y sí, pero también es la verdad.

Porque, aunque no tenga un trabajo «estable», y con estable me refiero a establecido por una sociedad que nos presiona para tener -y mantener- un trabajo como empleadas, casi siempre de un jefe, que demanda mínimo ocho horas de «hora nalga» (le llamo yo), pero que a cambio te da un estatus profesional, social y lo más importante: económico. Aunque no tenga «de eso», he podido seguir haciendo mi vida y desarrollándome profesional y personalmente de una manera que no creo hubiera sido posible con mi trabajo de hace dos años.

Paisaje del PNN Los Nevados

Pero igual voy a intentar responder esas preguntas:
¿En qué trabajo? Hago dos podcasts: Mundo Camper y Relatos Sonoros de la Montaña, manejo las redes sociales de ambos ( y las mías), hago trabajo freelance para una Fundación, y el año pasado hice unos talleres experienciales con Dani para una empresa privada. Y en los entretiempos viajo en La Pajarera (con Dani), y viajar pues son muchas horas de manejar, conocer lugares, hacer amigos, cocinar, montar bicicleta, hacer caminatas, etc.

Suena increíble, y lo es, pero detrás de estos trabajos y de lo poco o mucho que pueda ganar, para mí hay algo más importante y es una actitud hacia mis intereses más profundos: tener poco, simplificar mi vida y no soñar con mucho; mucho en el sentido de hacerme rica. Ya me siento rica, porque manejar mi propio tiempo -aunque tenga sus bemoles, ni crean que es color de rosa- me hace una mujer inmensamente feliz.

No, no tengo un horario fijo y a veces eso me conflictúa y me reta, pero intento verle el lado bueno, sobre todo para mí que soy una maquinita de hacer listas, tablas y organizar y planearlo todo. Vivir un poco «a la deriva» es un aprendizaje diario y Dani ha sido un gran maestro en ello ♡

Y todos esos pequeños trabajos dejan una pequeña retribución monetaria que, sumando, me ayudan a mantener mis gastos mensuales que, además, bajé un montón al alquilar mi apartamento y venirme a vivir al de mi madre (que es mío, jeje).

Nosotros. y el Nevado del Ruiz

Entonces: ¿de qué vivo?
Con el alquiler de mi apartamento pago los gastos del apartamento de mi mamá (que afortunadamente es propio). Con lo de la Fundación pago la seguridad social (a ver si algún día me pensiono, así sea con el mínimo, jeje), con los talleres de la empresa privada, que sí fue una buena entrada, pude pagar el viaje que hará el próximo mes mi hijo a Italia a estudiar por cinco meses, y aunque los podcasts no me den dinero, me encanta hacerlos porque es un trabajo del corazón, honesto y sembrando una semilla que sé que algún día florecerá y dará frutos.

Con Relatos Sonoros de la Montaña, por ejemplo, he podido ir haciendo una comunidad a través de Patreon, que es una plataforma de mecenas y ya son diez Caminantes Sonoras/os. ¡Wow! hace un año eran cinco y casi desisto, jeje. Pero ya diez me hace ilusión, y sobre todo insistir para que podamos ser más. ¿Quieres hacerte mecenas? Aquí te cuento de qué se trata y cómo puedes apoyarme desde USD3 mensuales y recibir hermosas recompensas ♡

Y por último: ¿Qué hago?
Ufff.. no sabes las mil cosas que hago, jajajaja. Desde febrero inicié un proceso de florecimiento por mí y para mí muy hermoso, que me ha hecho sentir inmensamente feliz y conectada con mi esencia, con la Caracola escritora que siempre ha estado presente pero que dejé de cultivar algunos años.

Ahora estoy centrada escribiendo un poemario a las montañas que se llamará «Me quedan las montañas», en el que trabajo con dos mujeres maravillosas y súper artistas: mi amiga hermana del alma Giannina y Laura, la editora, que apareció en mi vida como ese mismo llamado que me pidió hacer este libro. Ahora estamos en proceso de diseño y apenas tenga listo el machote les contaré, porque la idea es hacer un crowfounding* para sacarlo.
*Crowfounding quiere decir una financiación colectiva online. Será como hacer una precompra del libro para poderlo imprimir porque no solo será un libro de poemas, sino un «objeto de arte» precioso, con todo el amor que imaginarás le puedo dar (así que espero lo compres).

Reunión de trabajo con las artistas 🙂

Hice un Campamento de Escritura y Montaña para mujeres el pasado mes de junio, y fue algo también poderosísimo y muy bello. Siento que la energía femenina me está fluyendo por todos lados ♡ y poder compartir ese sentimiento con otras mujeres fue una ofrenda más a la Montaña que es quien me da toda esta energía natural. Por AQUÍ puedes ver un poco de qué se trató, y si quieres participar del próximo campamento, que será en septiembre, AQUÍ te dejo toda la información. Corre a separar tu cupo porque son solo nueve y se van volando (afortunadamente, jeje).

Primer Campamento de Escritura & Montaña
Refugio Explora Verde, Choachí, Cundinamarca

¿Qué más? Hay más proyectos editoriales, pero ya entendí que va uno a uno. Por otro lado estoy cuidando mi salud, haciendo ejercicio para fortalecer mi espalda y estar en forma para cuando me llame la montaña ♡, estoy cocinando rico, leyendo mucho, mucho, mucho, que es algo que también me da una felicidad enorme, estoy bordando fotos, suena raro pero es un nuevo hobbie, ya te mostraré algo más adelante, y estoy intentando disfrutar a mi hijo (lo que se deja, jeje) porque ya casi se va el hombrecito y eso es una arruguita en el corazón. Aunque yo misma le haya tejido las alas, saber que ya hay que cortar el hilo no es sencillo, pero me he preparado para ello, o al menos eso creo 🙂

Y bueno, aquí dejo esta retaíla. Gracias por leerme hasta el final. Te dejo algunos anuncios más, por si acaso te los haz perdido.

Los últimos episodios de Relatos Sonoros de la Montaña están AQUÍ.
Recuerda seguirme por Instagram en la cuenta de RSM por AQUÍ
Si quieres apoyar mis procesos creativos (estoy en buena racha, jeje), haz clic AQUÍ.
Y si no has escuchado el podcast de MundoCamper haz clic AQUÍ es muy divertido 🙂

Te dejo un abrazo y espero que no pase mucho tiempo en volver a escribir por aquí. Es mi propósito ♡

Serranía de los Yariguíes, Santander

Publicado por carocaracolina

Carocaracolina es una caracola que escritora, viajera y podcastera. Y todo esto pasa en Lapensadera.

5 comentarios sobre “Dos años «sin trabajo» y no me he muerto de hambre

Replica a cristy47 Cancelar la respuesta