Quise regalarme este espacio -azul-, aparte de todo lo que publico en este blog, porque amo el azul y porque en estos días me siento en «modo azul». Y me lo debo, y se lo debo.
MI CORAZÓN CABALGA EN LAS ESPUMAS AZULES.
Y si soy más que una ilusión, ¿me amarás?
Y si mi AZUL envejece, y si anochece, ¿vendrás?
Y si cesa la magia, ¿La inventarás?
Y si huye el misterio, ¿Me lo dirás?
¡SÍ. SERÉ SIEMPRE UN GANDUL, LO CUAL APLAUDO Y CELEBRO,
MIENTRAS SEA MI CEREBRO JAULA DEL PÁJARO AZUL.
DE CÓMO EL PÁJARO AZUL ALZA EL VUELO HACIA EL CIELO AZUL.
Y el mar!
tan solo el mar que colma mi tristeza,
tan solo el mar dorado con sus alas voraces…
SI NO EXISTIERA TU MAR AZUL…
Me duelen las superficies de los azules de los estanques que he creado en sueños. Pessoa.
Para hacer funcionar a las estrellas es necesario apretar el botón azul. Jaime Sabines.
¿POR QUÉ LAS CARACOLAS NO TENDRÍAN ALAS?
Te pensé sin orillas como un sueño
-rosa de aire, música indecisa-
y fuiste en mi canción: Era tu risa
límite ilimitado del ensueño.
Tu imagen fue la sombre de mi empeño
-flor en su cauce de perfume y brisa,
vuelo sin ala, risa sin sonrisa-.
Tu vida llegó a ser tan solo un sueño.
Te fuiste diluyendo en poesía,
se trocó tu presencia en melodía
¡fuiste tú misma, única y primera!
Y ahora que no eres sino un canto
en mis brazos de humo te levanto
para gozar tu vida verdadera.
Espacio azul, Oscar Echeverri Mejía
La mujer melancólica esconde con tal maestría sus auténticos sentimientos,
que termina siendo patéticamente alegre.
Zoé Valdés.