Irún – San Sebastián: 27,6 kms
Hoy comencé a caminar… ¡qué emoción! Salí 6:30 de la mañana, después de un delicioso desayuno que nos ofreció Mateo, todo por un donativo, lindo gesto porque ya me dijeron que no pasa en otros albergues.
Salí y al kilómetro ya estaba perdida. Aún era de noche (amanece tipo 7:30am), no veía las señales o flechas y la guía no era clara, hasta que ví un chico (Dani) que estaba en el albergue al desayuno y me fui con él. Nada más avanzar dos kilómetros comenzó a llover… y llovió, y llovió, y llovió. Buen inicio de camino. Para mí siempre el agua es limpieza.
El camino fue bellísimo… pasamos por bosques, muchos bosques. Al rato se nos unió otro chico, Arnau (de Barcelona. Ya ne cae bien, jeje), y nos fuimos los tres hablando y así fue menos dura la lluvia y la ruta que fue de mucha subida y bajada.
Y apareció el mar… ¡¡¡qué bello!!! Y al final en la ruta, los últimos siete kilómetros fueron con el mar a la derecha. Hermosísimo!!
Llegamos a San Sebastian hacia las 2 de la tarde, el albergue está muy bien -más caro, pero bien-. La habitación es de ocho personas (4 camarotes) con dos baños y dos duchas. Está muy bien. Todos son hombres y yo, jeje, pero ya después de dormir con la Pandilla Atómica no pasa nada 🙂
Nos duchamos, lavamos la ropa embarrada y sudorosa y salimos a almorzar; luego estuvimos un rato en el albergue con otros peregrinos y salimos a tomarnos una cerveza con un pincho. La vida del peregrino, jeje.
Gran etapa. Tengo una uña muy adolorida -desde la carrera- así que mañana me la vendaré.
Abrazos.

Cuidate esa uñita. Por el relato todo pinta muy bien. 😘
Animo, vas a disfrutar mucho de esta experiencia 😘😘